Profesionales técnicos de la Unidad de Cambio Climático y de la Dirección de Sistemas de Información Ambiental del Ministerio de Ambiente y de la Dirección de Costas y Mares de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá junto con personal de Wetlands International y Conservación Internacional durante la sesión práctica del taller sobre medición de carbono en los manglares. Foto: PNUD.

Como parte de las iniciativas que impulsa el proyecto “Protección de reservas y sumideros de carbono en los manglares y áreas protegidas de Panamá”, el Ministerio de Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo trabajan en el diseño de una metodología para medir el carbono que almacenan los manglares en el bosque y suelo, así lo informó Isis Pinto, coordinadora del proyecto.

En tal contexto, y para fortalecer las capacidades nacionales y técnicas para la conservación de los manglares a través de la integración de los enfoques de adaptación y mitigación, hoy concluyó un taller de dos días, con personal del Ministerio de Ambiente, de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), ONGs y autoridades locales.

El asesoramiento técnico y la facilitación del taller estuvo a cargo del especialista en cambio climático para la región, Miguel Cifuentes, del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE), el cual desarrolló temas como: los antecedentes de la iniciativa internacional del Carbono Azul (CA), los métodos internacionales para la medición del CA, procesos de construcción de una política de CA y ejemplos de cuantificación de CA.

Los participantes del taller también avanzaron en el diseño de una propuesta metodológica para la medición de carbono en los manglares de Panamá, la cual fue sometida a una primera validación.  La capacitación incluyó una visita a los manglares de la Bahía de Panamá, en donde los participantes debieron aplicar los conocimientos y destrezas adquiridas en los marcos teóricos.

Entre las mayores contribuciones del proyecto, destacó la coordinadora, se encuentra definir una metodología y desarrollar un protocolo de monitoreo para la medición de carbono en los manglares –del cual no se dispone hoy día en el país, con el fin último de contribuir a eliminar de la atmósfera uno de los principales gases de efecto de invernadero, el CO2.

“A diferencia de los bosques, los manglares tienen la capacidad de capturar cinco veces más carbono y almacenarlo en el suelo por centenares de años. Esta capacidad de almacenamiento a largo plazo convierte al suelo en el componente más importante de los manglares, el cual queda expuesto por actividades de deforestación, disminuyendo la capacidad de los manglares de preservar las reservas de carbono en Panamá”, describió Pinto.

El  proyecto “Protección de reservas y sumideros de carbono en los manglares y áreas protegidas de Panamá”, se desarrolla en un área piloto de la provincia de Chiriquí, en los distritos de San Lorenzo, San Félix y Remedios; y entre sus actividades están reducir las amenazas, mantener y aumentar las reservas de carbono y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático y a los fenómenos meteorológicos extremos.