Las comunidades costeras son muy vulnerables a los impactos de eventos extremos, tales como tormentas tropicales y huracanes. Estos eventos se vuelven más frecuentes e intensivos por el cambio climático. El ecosistema del manglar es considerado más y más como herramienta de estrategias de defensa costera.

Según el estudio publicado por The Nature Conservancy y Wetlands International, de la serie de informes sobre protección costera, los manglares brindan protección contra vientos fuertes y marejadas.

Los manglares tienen la capacidad, por su estructura de raíces y troncos, de absorber la energía tanto de las olas, como de los vientos. De esta manera evitan daños a infraestructuras y casas e industrias ubicadas tierra adentro. Las olas son reducidas en altura entre 13% y 66% por cada 100 metros de franja de manglar. La absorción de energía más grande ocurre cercana al borde del manglar, donde las olas empiezan su viaje por el manglar.

Las marejadas son reducidas entre 5 cm y 50 cm por una franja de 1 km de manglar. Parece poco, pero cada reducción de altura es una reducción grande de daños.

Derecha: Los manglares absorbe la energía tanto de las olas, como de los vientos. Wetlands International 2013.

 Abajo:  Los manglares absorben la energía de las olas. McIvor 2012. 

McIvor, 2012.